Joao Pozzobon era propietario de un almacén de artículos generales en Santa María, en el sur de Brasil. Labraba la huerta y atendía a su esposa y sus hijos. El 10 de septiembre de 1950 sucedió algo que cambiaría para siempre su vida y la de muchos más en el mundo entero. La Hermana M. Teresinha, de las Hermanas de María de Schoenstatt, le dio una imagen de la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt, a quien le decimos “la Mater”, por su título original en latín: Mater ter Admirabilis, en forma de Santuario, para que la hiciera recorrer por algunas casas del barrio, invitando a la gente a que rezaran el Rosario en sus hogares.
Pero don Joao se llevó una gran sorpresa al ver los milagros que la Virgen iba realizando tanto en su corazón, como en el de todas las personas que visitaba. Por eso decidió entregar más horas diarias a ser, como él decía, el burrito de la Virgen Peregrina de Schoenstatt, llevándola por doquier. A campo traviesa, cruzando ríos, montes y valles, soportando el calor tropical del sur de Brasil, y siempre en traje y corbata, en honor a su Reina, caminó llevando la imagen de la Virgen Peregrina, de 11 kilos de peso, a lo largo de 35 años, nada más y nada menos que 140.000 km.
Mientras don Joao hacía este formidable apostolado, nunca dejó de dedicarse a su familia, a su esposa y siete hijos. Fue un padre y esposo ejemplar. Su crecimiento interior se expresó también en una creciente sensibilidad y solidaridad social.
Hombre de escasos recursos personales, fundó la Villa Noble de la Caridad, construyendo numerosas casitas de madera para aquellos que carecían de techo. Visitó miles de hogares, cárceles, hospitales y escuelas. En 1959, a fin de llegar a más familias, agregó a la campaña imágenes más pequeñas, del tamaño de las que recorren hoy las familias. En 1984 un grupo de argentinos viajó a Brasil a buscar 25 de estas imágenes, para enviarlas a los 25 santuarios de Schoenstatt del continente americano. Así la campaña de la Virgen Peregrina se comenzó a extender internacionalmente.
El 27 de junio de 1985, en Santa María, don Joao muere atropellado por un camión. En su testamento había escrito: “Me ofrezco como holocausto” por la gran misión que me fue confiada. Esta misión fue la gran Campaña del Rosario de la Virgen Peregrina de Schoenstatt.
El 27 de junio de 1985, en Santa María, don Joao muere atropellado por un camión. En su testamento había escrito: “Me ofrezco como holocausto” por la gran misión que me fue confiada. Esta misión fue la gran Campaña del Rosario de la Virgen Peregrina de Schoenstatt.
En nuestros días, a lo largo y a lo ancho del mundo, en más de 100 países, millones de personas reciben mensualmente a la Virgen Peregrina. Casa por casa la Virgen va conquistando los corazones, de uno en uno y sin detenerse.
Comentaris